Bolívar y los venezolanos en la independencia de Colombia. José Gregorio Linares

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José Gregorio Linares. Historiador. Profesor investigador de la FEVP. Trabajador académico de la UBV.

En 1819 Nueva Granada (hoy Colombia) fue liberada del dominio español gracias al triunfo patriota en especial en dos batallas: Pantano de Vargas (25 de julio) y Boyacá (7 de agosto); por tanto en el 2019 se cumplen doscientos años de esta importante gesta histórica. Cabe preguntarse, ¿Qué papel desempeñaron El Libertador y los venezolanos en estas heroicas batallas? Se han dado tres respuestas:

1) La historiografía colombiana tradicional, profundamente xenófoba, le atribuye la mayor parte de los méritos de la victoria a Francisco de Paula Santander a quien llama el “organizador de la victoria”. Niega el rol protagónico desempeñado por Bolívar y los venezolanos, a quienes les asigna un papel secundario.

2) Los nuevos gobernantes colombianos consideran que fueron los Padres Fundadores de EEUU quienes lideraron las batallas por la independencia de Colombia, por tanto los venezolanos y en especial el Libertador no tuvieron ninguna participación en los hechos.

3) Los historiadores insurgentes revelan que fueron Bolívar y los venezolanos, con el apoyo decisivo del heroico pueblo neogranadino, los protagonistas principales en la Campaña Libertadora de Colombia.

Primera tesis. Una de las voceras más representativas de la primera corriente es La historiadora Pilar Moreno de Ángel. Es la única mujer miembro de la Academia Colombiana de la Historia. Fue directora de la Biblioteca Nacional y actualmente dirige el Archivo Nacional de Colombia. En su libro titulado “Santander” desarrolla la inconsistente idea de que la liberación de Nueva Granada se debe en especial a la capacidad organizativa y a las tácticas militares de Francisco de Paula Santander. La autora no se detiene a la hora de escamotear méritos a Bolívar y a los venezolanos. Inventa que los venezolanos apenas comenzaron la travesía del Páramo de Pisba estuvieron a punto de desertar y hubo que persuadirlos para que no se regresaran. Sin ruborizarse escribe: “La división de retaguardia, que era esencialmente de tropas venezolanas, decide devolverse, y no continuar la campaña. Y entonces Santander, que ya va camino del Páramo de Pisba, consulta a sus oficiales. Uno de éstos, Antonio Obando, dice: ‘Muy bien, que los venezolanos se devuelvan, nosotros vamos a continuar, atravesamos el páramo e invadimos la Nueva Granada’. Entonces Santander se regresa y les dice a los venezolanos: ‘Nosotros vamos a continuar, seguid nuestro ejemplo’. Fue así que los logra convencer de que continuaran la marcha”. Mas la historiadora de la oligarquía no se queda allí, lanza en ristre apunta directamente contra el Libertador. Escribe “El punto es que Bolívar había aceptado ya que se devolvían para no remontar el Páramo de Pisba, y que más bien esperaban a dar la vuelta por Cúcuta, y eso podía haber demorado meses y entonces no se habría dado la coyuntura de la invasión en ese momento”.

Esta tesis sin fundamento histórico que olvida que Simón Bolívar es el hombre de las dificultades tiene como propósitos: 1) desconocer el heroico y solidario papel de los venezolanos en la Campaña Libertadora de la Nueva Granada; 2) hacer olvidar al pueblo colombiano la gratitud que le debe al pueblo venezolano por los sacrificios que hiciera para conquistar la independencia de Colombia, sacrificio que no fue menor que el que realizaron los neogranadinos en la Campaña Admirable que le dio la libertad a Venezuela en 1813; 3) menoscabar la imagen del Libertador y su decisión inquebrantable de luchar hasta vencer, persuadido como estaba de que “Dios concede la victoria a la constancia”; 4) preparar psicológicamente al pueblo colombiano para desacreditar y atacar al pueblo venezolano, víctima del asedio de Estados Unidos y sus satélites.

Segunda tesis. La liberación de Colombia es obra de los padres fundadores de Estados Unidos: John Adams, Benjamín Franklin, Alexander Hamilton, John Jay, Thomas Jefferson, James Madison y George Washington. Me imagino que esta postura tiene que ver con el hecho de que los que así piensan son en realidad políticos trepadores, muy ignorantes. Han llegado a la cima del poder gracias al negocio del narcotráfico, que tiene en la población de Estados Unidos a buena parte de su mercado cautivo. Por tanto, no me cabe la menor duda de que dicen esto bajo los efectos de los estupefacientes, porque hay que estar bien drogado y experimentar alucinaciones para decir que en la independencia de Colombia los padres fundadores (que para entonces ya estaban muertos o eran muy viejos) desempeñaron un rol protagónico. En realidad el gobierno de Estados Unidos ni en ese momento ni nunca manifestó interés por la independencia, ni respeto por la integridad territorial de este país. De hecho en 1903 por maniobras de EEUU le fue amputado el territorio de Panamá a la República de Colombia, hecho en el que sí debe haber ejercido alguna influencia el recuerdo de los Padres Fundadores, expertos en arrebatarles las posesiones de sus vecinos.

Tercera tesis. Para la historiografía insurgente, el Libertador y los venezolanos desempañaron un rol protagónico en la Campaña Libertadora de la Nueva Granada, tanto desde el punto de vista cuantitativo como cualitativo. El pueblo neogranadino lo acompañó con heroísmo y espíritu de sacrificio.

Lo primero que hay que destacar es que la concepción de toda la Campaña Libertadora de la Nueva Granada, su táctica y su estrategia, fue obra del Libertador. La expuso en la aldea de los setenta ante sus oficiales y la fue supervisando y ajustando directamente sobre el terreno a medida que se desarrollaban los acontecimientos.

Lo otro que hay que resaltar es que parte importante del ejército libertador estaba compuesto por soldados y oficiales venezolanos. En efecto, el 26 de mayo de 1819 se puso en marcha desde Venezuela (Mantecal) un ejército de alrededor de 2.200 efectivos. Dicho ejército constaba de cuatro batallones de infantería: el Rifles, el Barcelona, los Bravos de Páez y la Legión Británica. De estos, dos son comandados por oficiales europeos (Arthur Sandes y James Rooke) y dos por venezolanos: el caraqueño Ambrosio Plaza y el trujillano José de la Cruz Carrillo. Adicionalmente se contaba con la artillería, que disponían de 4 piezas ligeras al mando del coronel Bartolomé Salom, nacido en Puerto Cabello. A esto se suma la caballería con más de 800 jinetes distribuidos en tres batallones al mando de venezolanos: el guariqueño Juan José Rondón, del monaguense Leonardo Infante, y el anzoatiguense Lucas Carvajal, entre otros. En este ejército, el barcelonés José Antonio Anzoátegui fue designado comandante de la división de retaguardia. Los soldados venezolanos se unen en Casanare a las fuerzas organizadas por el jefe de la vanguardia Francisco de Paula Santander: unos 1600 hombres de infantería y 600 de caballería, conformado por neogranadinos en su mayor parte y también por venezolanos.
La participación de los venezolanos en el campo de batalla fue crucial. Al inicio de las operaciones (11 de julio, en Corrales de Bonza) se destacó, entre otros, el merideño Justo Briceño, quien al mando de un escuadrón atacó a los realistas, obligándolos a replegarse. En la Batalla de Pantano de Vargas, la participación de Juan José Rondón y los llaneros a su mando fue decisiva para salvar la Patria. En la Batalla de Boyacá, hubo cuatro comandantes; tres de ellos venezolanos: Simón Bolívar, Jefe de Batalla; Carlos Soublette, Jefe del Estado Mayor; José Antonio Anzoátegui, comandante de la División de Retaguardia. Solo el comandante de la División de Vanguardia, Francisco de Paula Santander no era venezolano.

De modo que en la conmemoración de las batallas que le dieron la independencia a Colombia, los venezolanos tenemos mucho que celebrar: rememoramos el arrojo, la organización y la solidaridad de nuestros antepasados, quienes – en palabras del Libertador- “con una constancia sin ejemplo padecieron privaciones mortales, y con un valor sin igual en los anales de Venezuela, vencieron y tomaron el ejército del Rey”. Celebramos también “el valor del pueblo de la Nueva Granada, que se ha mostrado digno de ser libre. Su eficaz cooperación reparó nuestras pérdidas y aumentó nuestras fuerzas. Este pueblo generoso ha ofrecido todos sus bienes y todas sus vidas en aras de la Patria”. (Bolívar en Angostura el 14 de diciembre de 1819).

Por tanto hoy, los herederos de quienes pelearon en las batallas que le dieron la libertad a la actual Colombia le rendimos tributo a esta epopeya de fraternidad y sacrificios compartidos; mientras que la oligarquía colombiana y sus voceros inventan héroes que no existieron y le escamotean méritos al Libertador, a los venezolanos y a su propio pueblo.

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