El desarrollo urbano que necesitamos. Máximo Rojas


 Máximo Rojas. Arquitecto. Docente investigador de la FEVP.
Correo electrónico: max.rb2008@gmail.com

Hablamos mucho de soberanía, utilizamos muchos medios de comunicación para explicar que es la soberanía y no reparamos en el cómo construirla. Tratamos de construir un proyecto político pero no reflexionamos como nos enseñó el maestro Simón Rodríguez. “Todo proyecto político requiere un proyecto económico”.
Hablamos mucho sobre el derecho a la ciudad y muy poco sobre los deberes que tenemos los que proclamamos y defendemos el socialismo para acceder a ese derecho. Admitamos que el derecho a la ciudad es la teoría y que la práctica es la ciudad socialista, (“La Ciudad es la proyección de la Sociedad global sobre el terreno”–H.Lefebvre). ¡bien! ¿Cómo practicamos o que tendríamos que hacer? El Comandante Chávez nos lego que “La historia se debe y se puede planificar” y el acceder  a el derecho a la ciudad contiene mucho de este razonamiento pero “el se debe” y el “se puede” pasa por dos líneas políticas claves  que el Presidente Nicolás Maduro ha puesto sobre la mesa de los deberes: La Venezuela Potencia y la Sustitución de las Importaciones.
Atendiendo al desarrollo urbano que necesitamos  y estructurando una política de estado (no Política Pública aislada) que visualice a Venezuela en los próximos cincuenta años manejando las ventajas que nos da tener un estado que se guía por los principios socialistas establecidos en el Plan de la Patria, así podremos dar respuesta a la industrialización de la construcción y dentro de ella, la industrialización de la vivienda para dar respuesta a la producción urbana, que en los próximos cincuenta años representa producir  entre ocho y diez millones de nuevas viviendas sin tomar en cuenta la sustitución por caducidad, cambio de usos, precariedad constructiva y urbana, nuevas ciudades además de lo que implica construir sus equipamientos y dotaciones de agua, vialidad, energía. No debe apartarse de esa visualización el hecho evidente del atraso que tenemos heredado de “La Cuarta” en esta materia. Estamos pues, ante la necesidad de construir en forma sostenida y sin pausa trescientos treinta mil viviendas por año (330.000 viviendas/Año).
¿Tenemos los venezolanos como dar respuesta a tan gigantesca tarea?, evidentemente la respuesta es afirmativa si hacemos una reflexión profunda y enmendamos sus desaciertos y multiplicamos los aciertos en la aplicación de la Gran Misión Vivienda. En el entendido que las misiones fueron creadas por el Comandante Chávez para combatir la burocracia heredada. Así como también, eliminar las malas prácticas constructivas derrochadora de materiales, generadora de desperdicios y superar el estadio de la actual industria de la construcción caracterizada por una alta artesanía lo que la hace ser muy ineficiente para afrontar este importante reto.
En el caso de la Gran Misión Vivienda, puede sostenerse que, su mayor enseñanza y experiencia estuvo, y está, en el manejo de la tierra, manejo clave para la producción urbana y en este aspecto, cabe esperar que la constituyente profundice este tema para seguir garantizando el derecho a la ciudad
Por otra parte, es importante decirlo, se obvió la inercia del contrato, la cultura del “contrato”, al estilo de la cuarta república, aún cuando ha costado mucho y seguirá costando por ser una práctica enraizada en la cultura institucional y legalizada a través de las leyes que ha degenerado en un tipo de empresas que solo tienen la documentación exigida sin contar con los medios de producción requeridos. Es más importante, para la construcción de la práctica socialista, organizar frentes de producción con participación del conocimiento y del pueblo que con “los músculos” de empresas que generalmente desconocen la construcción. Esta visión estéril y rentista hay que transformarla.
Otros aspectos urgentes a ser abordados es la necesidad de revisar las normas, prácticas y especificaciones con las que construimos; a ojos vista se nota un despilfarro de materiales producto del diseño mismo y del ejercicio del proyecto. Entendamos,  una cosa es la gran obra y otra la vivienda que tanto nos gusta llamar “popular”, o la vivienda de los “pobres” como diría cualquier verbos o. Otro aspecto urgente de abordar es una práctica de planificación urbana novedosa y creativa con visión sinérgica y holística que sirva de hoja de ruta al desarrollo de las ciudades. Siempre pensando en los primeros cincuenta años.
Como esta materia es para escribir muchos libros es de importancia recordar que en las décadas de los 60’ y 70’ del siglo pasado, Venezuela exportó tanto equipos como tecnologías de la construcción. En Panamá en la época del General Torrijos se montó una planta de prefabricación con Tecnología Venezolana para la construcción de tres mil seiscientas viviendas (3.600 viviendas).Hoy que predicamos socialismo, contradictoriamente,  somos importadores de equipos y “tecnologías”.
El Estado Revolucionario maneja la producción del acero, la madera, el cemento, los áridos,¿Qué falta? Organizar para cada centro urbano su forma de producirlo (fabricas intermedias de elementos y componentes, mano de obra, entre otros factores de producción) todo apoyado en un esfuerzo importante en ciencia, investigación y desarrollo tecnológico …sigamos combatiendo.

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