¿Hasta cuándo? (II) | Vladimir Acosta

 

Soldados estadounidenses durante la invasión a Panamá en diciembre de 1989

Visto ya el oscuro prontuario de crímenes de la vieja y decadente Europa, hoy servil protectorado del imperio yankee, daré una rápida mirada a lo que tendría que ser el impresionante curriculum favorable a la libertad, la igualdad y la defensa de los derechos humanos que debería haber acumulado en sus más de 4 siglos de existencia ese país, Estados Unidos (EU), que se autocalifica de faro que alumbra al mundo y que, con la usual complicidad europea, lo que ha acumulado al respecto es un descomunal prontuario de crímenes superior al de los nazis, y que, si ampliamos en espacio y en tiempo la temprana y sabia frase de Bolívar, lo que EU ha hecho en ese esencial terreno ha sido cubrir no sólo a América, como él dijo, sino al mundo entero de miserias en nombre de la libertad.

EU se inicia como colonia británica en el siglo XVII en el este de América del norte. Las colonias llegan a ser 13. En ellas dominan el calvinismo, el racismo supremacista blanco y el ansia infinita de expansionismo territorial. Los indígenas los ayudan y alimentan al llegar, pero apenas se adaptan al suelo, los colonos empiezan a enfrentarlos, a expulsarlos de sus tierras y a matarlos si se resisten. Esa criminal masacre racista dura 3 siglos. Los muertos son millares. Los crímenes también. Pocas tribus sobreviven en terrenos pobres, o encerradas en campos de concentración llamados reservas indias, en las que se les emborracha, embrutece y masacra. Y hasta se les regala para enfrentar el frío frazadas contaminadas de viruela. No hay libertad ni derechos humanos para ellos porque, como dicen los militares estadounidenses, “el único indio bueno es el indio muerto”.

Racistas desde el inicio, los colonos pronto importan negros; y en el siglo XVIII las colonias sudistas viven de la esclavitud y las norteñas de la trata. Es decir, que todas son negreras, aunque en 1776 la tramposa Declaración de independencia lo oculta y Europa proclama a los recién creados EU como país de la libertad pese a que sigue masacrando indígenas y manteniendo la esclavitud. La Guerra civil de 4 años que estalla en 1861 entre norte y sur no se hace para abolir la esclavitud sino para mantener la unión de ambas partes a la fuerza. El racismo contra el negro se impone, la esclavitud se cambia por segregación racial y los negros salen perdiendo, separados, sujetos a leyes Jim Crow, al KKK, a continuas masacres y a condiciones sociales opresoras que los aplastan. Sus protestas son reprimidas y ahogadas en sangre. El linchamiento y la matanza son la norma y los muertos negros son muchos miles.

La expansión territorial de EU empieza por agresiones de territorios vecinos. Su Destino Manifiesto se inaugura con la criminal Guerra contra México, al que despoja de la mitad norte de su territorio, y con el racismo que esta desata, pues EU desprecia intentar anexar la mitad sur de México porque abunda en indios, mulatos y negros, ya que la Constitución estadounidense es solo para blancos.

La mayor parte del siglo XX la dedica EU a someter y saquear América Latina empezando por Centroamérica, el Caribe y el norte de América del sur, organizando invasiones, promoviendo golpes de estado derechistas, imponiéndonos sangrientas dictaduras, robando nuestras riquezas y haciendo entrar a nuestros países en organismos a su servicio como el TIAR y la nauseabunda OEA. Inútil detenerse a detallar ahora esto.

Después de la Segunda guerra mundial, en la que arroja 2 bombas atómicas contra Japón, inicia otra etapa de crímenes y agresiones. Como dueño de medio mundo y dispuesto a dominar la otra mitad, que en gran parte se ha declarado socialista, EU desata la Guerra fría. Enfrenta a la Rusia soviética y a China, ataca militarmente a Corea del norte empleando armas biológicas y bacteriológicas, y luego a Vietnam en el que sus crímenes llegan a niveles monstruosos y se expanden a toda Indochina, matando en masa millares de civiles con sus bombardeos y destruyendo gran parte de Vietnam del norte, y de Laos y Camboya, que no participaban en la guerra.

Entre tanto, en nuestro continente promueve otra ola de dictaduras sanguinarias y golpes de estado. Los crímenes que lleva a cabo son brutales: derrocamiento de Árbenz en Guatemala, apoyo a Batista en Cuba, invasión fracasada de Cuba soberana en Playa Girón, masacre en Santo Domingo, derrocamiento de Allende y apoyo a Pinochet en Chile, apoyo a los gorilas argentinos Videla, Viola y los que siguen, creación de la siniestra Escuela de las Américas y del monstruoso Plan Cóndor, masacres horrendas en Guatemala y El Salvador, invasión y masacre de Panamá, bloqueo eterno de Cuba y reciente de Venezuela, golpes en Honduras y en Bolivia. Y el tema sigue abierto. ¿Es que hace falta algo más?

Sí, las guerras y crímenes del siglo XXI. Afganistán, Irak, Siria, Libia, Yemen. Son guerras que no buscan vencer sino crear el caos, destruyendo, masacrando civiles y arruinando países. Las dirige EU, pero en todas, por orden suya, sea por medio de la OTAN o de otros organismos, ha participado Europa. Y Europa es víctima de su servilismo. Destruye países que fueron sus colonias, creando millones de pobres desesperados que emigran a su cercana ex metrópoli. Y entonces esta, la criminal Europa, siempre valiente con los débiles, los rechaza, maltrata y acusa de terroristas, o le echa la culpa de todo a Rusia para complacer a su amo EU. La verdad es que la decadencia de Europa y su cobardía y servilismo ante este, dan vergüenza.

Después de revisar ese increíble prontuario, y esto es solo un breve resumen, ¿cómo puede EU, protagonista de todos los crímenes, violador de todos los derechos, opresor y saqueador de todos los pueblos, pretenderse juez y país modelo que encarna ante el mundo la libertad, la democracia y la defensa de los derechos humanos?

¿Cómo es posible que la humanidad siga aceptando esto? Y peor aún, ¿cómo aceptar que esa estéril Europa de hoy, dócil cómplice y sirvienta suya, trate en forma despótica a los países que colonizó y saqueó por siglos pero que hoy son libres, como si siguiera siendo su dueña, como si todavía fuera su metrópoli y pudiera darles órdenes? ¿Hasta cuándo?

Pero es que hay más. Aún falta la guinda de la torta.

Vemos a diario a ese personaje lamentable y ridículo que es Biden llevando hasta el borde de la provocación o del accidente irreversible sus amenazas militares, nucleares, contra Rusia y contra China en las fronteras mismas de estas potencias también nucleares. Pero ahora, sin parar sus agresiones, acaba de convocar una Cumbre mundial de países “democráticos” para condenar como amenaza no democrática contra el mundo a Rusia y a China. ¿Para qué condenarlas? ¿Para borrarlas a las dos del mapa? ¿Sí? ¿Cuándo, cómo y con qué? ¿Es que las dos responderían con flechas y con piedras? Pero lo más grotesco es que hay más de 100 países invitados; es decir, de gobiernos cómplices o serviles que participarían de esta payasada grotesca convocada por EU, el máximo violador mundial de la democracia, la libertad y los derechos humanos. La reunión no es física sino digital, es decir, solo para verlo de lejos y escucharlo a él, a Biden, que terminará quedándose dormido, o volviendo todo un auténtico pasticho de berenjena con tomate, confundiendo los nombres de los participantes, los cuales participarán solo por arrastrados, serviles o cobardes, porque se los ordena el amo; un amo entrampado, cada vez más torpe y decadente, pero que se les sigue imponiendo a todos porque siendo sus países la mayor parte del mundo, ellos, sus gobernantes, así lo aceptan pasivamente, con su ya usual docilidad perruna. ¿No habrá al menos algún participante que alce la voz y que proteste? ¿O que le grite a Biden: -¿Hasta cuándo, Manacho? ¡Ya basta! ¡Coño! ¿Hasta cuándo?

Vladimir Acosta

                                                                                                                             Ir al artículo original


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