El Enfoque Sistémico en el desarrollo del hábitat ecosocialista | Egar Quiroz
Autor: Egar Eduardo Quiroz Bracho.Ingeniero Civil UNEFA.
NOTA: Bajo la autorización de la coordinación del Diplomado de Hábitat y Ciudad Comunal, se publica este ensayo realizado por Egar Quiroz, estudiante de la cohorte V. (Febrero, 2022). Es un aporte a la reflexión de lo trabajado en el diplomado.
FUNDACIÓN ESCUELA VENEZOLANA DE PLANIFICACIÓN
ESCUELA DE GOBIERNO
DIPLOMADO EN PLANIFICACIÓN DEL HÁBITAT Y LA CIUDAD COMUNAL
INTRODUCCIÓN
El objetivo del presente ensayo es analizar desde un enfoque sistémico el desarrollo
de hábitats ecosocialistas en el contexto actual venezolano, enmarcado en el
ecosocialismo bolivariano. Asimismo, contextualizar todos los elementos que se
consideran se deben tomar en cuenta para lograr el objetivo, los cuales en algunos casos
ya se están trabajando y otros necesitan de una amplia participación ciudadana,
organizados y concientizados para que en conjunto, logren los diferentes objetivos de
desarrollo, soberanía alimentaria e independencia, lo cual se traduce en mejor calidad de
vida y mejor trato al planeta para alargar la vida del mismo. A través de este tipo de
ejercicios se busca además, capacitar y formar ideológicamente a los estudiantes del
diplomado no solo en el área de hábitat y ciudad comunal, sino de un hábitat
ecosocialista. También dar a conocer instrumentos útiles para la planificación de un
hábitat ecosocialista (utilizando este término como alternativa en vez de ciudad), los
cuales son accesibles a todos los sectores, propiciando así la participación activa y
protagónica de los ciudadanos, a través de la inclusión de términos como planificación y
gestión. Se propone, por tanto, realizar la observación del hábitat desde un enfoque
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sistémico a partir de las bases planteadas desde las teorías generales, adoptando estas
en la construcción de un marco conceptual y metodológico para la observación y
comprensión.
DESARROLLO
En este momento es posible encontrar muchas de las condiciones que hacen posible
el abordaje de los estudios de hábitat desde un enfoque sistémico, no sólo por las
características emergentes del objeto de estudio, sino también por el alto grado de
relaciones que existen entre los sistemas y los temas referentes al hábitat. Es por ello
que hablar del enfoque sistémico en el desarrollo de un nuevo hábitat bajo una
concepción ecosocialista, nos hace indiscutiblemente pensar en cómo funciona el
sistema de planificación actual de un territorio y en todos los elementos que se
interrelacionan entre sí para que funcione correctamente cada una de sus partes y se
puedan integrar en un todo. Esto sin duda alguna, nos permite observar cada parte
detenidamente, su función dentro del sistema, y que se debe mejorar o eliminar para que
logremos consolidar hábitats rurales, urbanos, combinaciones de estos (sin que uno
absorba a otro), pero bajo una forma amigable con el planeta, un modelo ecosocialista
que nos permita continuar y preservar la vida humana en el mismo.
En el desarrollo de hábitats ecosocialistas, se encuentran inmersos temas como las
diferentes tecnologías de construcción utilizadas para el establecimiento de
asentamientos humanos, en ello a su vez se observan instrumentos para la planificación,
seguimiento y control de obras, algunas teorías económicas heterodoxas y
complementarias pero necesarias actualmente; las economías y diversas escalas en el
desarrollo del hábitat y un tema fundamental, la planificación y gestión como medio para
un nuevo hábitat ecosocialista, los cuales son apoyadas por la concepción de catastro
comunal y los sistemas de información geográfica como una gran herramienta para la
planificación.
Cada asentamiento humano, ciudad o territorio, se encuentra diferenciado o
clasificado por el tipo de tecnología constructiva utilizada, sin importar la época, si los
materiales provienen del mismo territorio o son traídos desde otras latitudes, tal ejemplo
se puede observar en los pueblos indígenas, quienes utilizan solo materiales de la zona
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para la construcción de sus viviendas. Es por ello que, Maggi (s/f) afirma que la selección
de un tipo de tecnología para construir debe responder a las siguientes exigencias
arquitectónicas: Uso, ya sea habitacional, educacional, asistencial, entre otras; Alturas y
niveles de la edificación; Rango de luces y Distribución espacial, es decir en áreas útiles
y áreas de circulación. Además debe responder a las exigencias estructurales:
Infraestructura, tipo de suelo, cargas de diseño, verticales y horizontales (carga, viento,
sismo), uniones y/o conexiones, especificaciones técnicas. Reglamentación y normativas
de diseño: arquitectónico, estructural, instalaciones. Responder a las exigencias de
servicios: Instalaciones sanitarias, eléctricas, gas, telecomunicación, mecánicas.
Asimismo, la edificación debe ser versátil para adecuarse a diversas situaciones
climáticas, es decir requerimientos de habitabilidad (temperatura, ventilación,
iluminación); Permitir un efectivo, adecuado y control de calidad, del proceso de ejecución
(producción y construcción); Ser manejable por el equipo de construcción; Ser
ecosocialista y con desperdicio nulo; Ser fácilmente aceptada por el usuario final; y con
una cultura de mantenimiento que sea continua, periódica y de calidad y con la premisa
que sea duradera con bajos requerimientos de mantenimiento (p.1). Tal como indica la
autora, las edificaciones actuales deben ser proyectadas dentro del modelo ecosocialista,
con desperdicio nulo, adaptadas a los diversos climas existentes en el país,
aprovechando la ventilación e iluminación natural, ahorrando a su vez energía, lo que
puede ayudar a crear un hábitat más amigable y cercano a la naturaleza, por lo que
entonces seria fácilmente aceptable por el usuario final y generara mayor posibilidad de
instaurar una cultura de mantenimiento continua, periódica y de calidad que permita el
alargamiento en óptimas condiciones de la vida útil de las obras.
En cuanto a las diversas tecnologías constructivas, la misma autora los clasifica como:
Mampostería tradicional (vigas y machones)
Mampostería estructural trabada o confinada.
Estructura de madera (Pino Caribe)
Estructuras de acero con:
Perfiles conformados en caliente
Perfiles conformados en frío (espesores inferiores a 2 mm)
Lámina galvanizada
Estructuras de concreto armado
Vaciado en sitio
Prefabricadas
Muros portantes (encofrados racionalizados)
Estructuras Mixtas (acero-concreto) (p.4).
Partiendo de ello, es necesario acotar que en Venezuela se ha utilizado a gran escala
el concreto armado como resultado de la producción de cemento nacional, y de acero por
parte de la siderúrgica nacional, y aun cuando en los últimos años ésta ha ido en caída,
tenemos el potencial para impulsar dichas empresas y lograr las industrialización de la
construcción, denominación que se encuentra inscrita en el Gran Objetivo Histórico Nº 3
del Plan de la Patria 2019-2025 (2019), que indica: Convertir a Venezuela en un país
potencia en lo social, lo económico y lo político dentro de la gran potencia naciente de
América Latina y el Caribe, que garantice la conformación de una zona de paz en nuestra
América; el cual en su objetivo nacional 3.1.1.5 ordena: “Potenciar el desarrollo del Motor
Construcción mediante la industrialización de los sistemas constructivos y sus
componentes, así como la expansión de las capacidades productivas de insumos
requeridos (p.202). [Es decir, se plantea la industrialización de la construcción,
priorizando tecnologías propias bajo recursos naturales regionales del territorio
venezolano, para ser independientes tecnológicamente en términos de construcción y de
tal forma utilizar los materiales de las diferentes zonas del país, y coadyuvar en la
construcción de un hábitat ecosocialista, donde impere una conducta amigable con el
planeta a través de una extracción justa y controlada de los recursos naturales no
renovables].
En la industria de la construcción, la planificación es fundamental pues permite evaluar
las diferentes variables que intervienen dentro de un proceso o actividad, con el fin de
que cada una pueda realizarse con el tiempo necesario y en el momento oportuno, sin
ninguna interferencia, lo que permitirá lograr un objetico común. La utilización de
instrumentos de apoyo para la planificación, seguimiento y control de los procesos
constructivos tiene como objetivo fundamental el aumentar la productividad en obra. Al
respecto, Maggi y Angarita (s/f) expresan que: Otra función que tiene la planificación es
la de servir de base para las actividades de seguimiento y control de obra. El seguimiento
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corresponde al proceso de obtención de la información sobre cada una de las actividades
de la obra para su necesario control. Y el control involucra el proceso de toma de
decisiones con base en la información de la situación actual, para actuar sobre el
desarrollo de las actividades futuras de la obra (p.90). Se observa entonces dentro del
enfoque sistémico la importancia de la planificación en sí para la construcción de una
edificación en general y por ende para la construcción de nuevos habitas ecosocialistas,
pudiendo mencionar tres niveles en el proceso de planificación, los cuales son:
planificación preliminar, planificación del contrato y planificación de operaciones.
Por su parte, una economía estable es de gran importancia para toda sociedad, ya
que ello se traduce en comodidad y buena calidad de vida para sus habitantes, en este
contexto, la planificación económica es parte del proceso de construcción social de la
sociedad venezolana; y, por consiguiente, de la construcción social de su hábitat. La
materialización del HÁBITAT en cualquiera de sus FORMAS (urbana, rural, indígena,
industrial, turística) y ESCALAS (micro, media, macro) es un proceso en donde actúan
entes y sus agentes y actores que realizan prácticas de gestión para la producción de
ESPACIOS (social, económico, político, físico, cultural), dentro de un modo de producción
específico (Rauseo, 2020).
En un sistema capitalista Rauseo manifiesta que las inversiones urbanas estatales y
privadas son favorecidas en función de inversión de presupuestos en áreas centrales,
residenciales, industriales, de servicios (mejor dicho, los factores de tierra, capital y
trabajo). Así se entiende y se justifica la ciudad como producto y productora de economías
de aglomeración y de escala conocidas a lo largo de la historia, este tipo de economías
a menudo genera desvíos, reacciones, alteraciones, conflictos y hasta contradicciones
que pueden llegar a convertirse en deseconomías e infraeconomías, es por ello, que la
concepción de hábitats ecosocialistas, debe generar economías basadas en las
realidades de las comunidades y donde se busque aprovechar las potencialidades y de
un modo progresivo eliminar los antiguos modelos económicos capitalistas. Una de estas
teorías o modelos aplicables es la economía participativa definida por Del Bufalo (2020)
como aquella que: Promueve la propiedad social de los medios de producción, unidades
productiva autogestionadas por consejos de productores y relacionadas directamente con
consejos de consumidores. Las decisiones dentro del lugar del trabajo son tomadas
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democráticamente donde cada trabajador tiene voz y voto, por ello se habla de
democratización de las unidades productivas. Aunado a esta, la economía comunal es:
el conjunto de relaciones sociales de producción, distribución, intercambio y consumo de
bienes, servicios y saberes, desarrollado por las comunidades bajo formas de propiedad
social al servicio de sus necesidades de manera sustentable, sostenible, de acuerdo con
lo establecido en el Sistema Centralizado de Planificación y en el Plan de Desarrollo
Económico y Social de la Nación (p.13). [Ambas teorías económicas es posible ponerlas
en práctica dentro de las comunidades, para de esta forma aprovechar todas las
potencialidades y oportunidades existentes].
Para ilustrar, el Barrio Colombia ubicado en Turén Portuguesa, constituye una gran
oportunidad de impulsar dichos modelos económicos, pues es una zona con gran
potencial agrícola en la que se producen diferentes verduras y hortalizas de ciclo corto,
como tomate, ají, cebolla, y cereales como maíz, caraotas, y frijol, a partir de los cuales
subsanando los problemas existentes a través de la planificación se puede llegar a
implementar una economía comunal y por lo tanto a generar alimentos para la
comunidad. De esta forma se supera la economía privada, la cual absorbe las mayoría
de los espacios del país, afirmación que se fundamenta por Del Bufalo (2020) quien
manifiesta que “En la actualidad la economía privada representa aproximadamente el
75% del total de la economía nacional, mientras un 20% en la pública y tan solo un 4%
en la social” (p.4).
Por consiguiente, una planificación ecosocialista del territorio busca eliminar las
concepciones de ciudad: término favorecido por el capitalismo para referir al medio donde
materializar sus objetivos de lucro y de explotación económica sobre cualquier otro medio
rural e instaurar un término más incluyente como lo es el hábitat: término que refiere a
los medios de asentamientos humanos donde materializar su actividades de producción
y reproducción de la vida, sin rivalizar por explotación económica (Rauseo, 2020).
Al mismo tiempo, todo modelo de planificación del territorio para el desarrollo de un
hábitat ecosocialista, debe ir enmarcado en el Gran Objetivo Histórico N° 5: Contribuir
con la preservación de la vida en el planeta y la salvación de la especie humana, del Plan
de la Patria 2019-2025 (2019), y a su vez en los 11 Objetivos del Desarrollo Sustentable
(ODS) de la Organización de Naciones Unidas (ONU-Hábitat) ratificados por Venezuela.
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Es decir debemos buscar una armonía tal entre el hombre y la naturaleza que nos permita
el uso y aprovechamiento adecuado de los recursos naturales, pudiendo integrar los 5
elementos, aire, sol, agua, tierra y vegetación junto a la vida comunitaria. Este nuevo
sistema, no implica eliminar las comodidades del arte contemporáneo, sino aprovechar
todo lo conocido hasta el momento, para una mejor condición de vida tanto de los
humanos como de la vida del planeta Tierra (Quiroz, 2021).
Dentro del enfoque sistémico para el desarrollo del hábitat socialista, es importante
mencionar la realidad dialéctica que existe entre la planificación y gestión, Rauseo (2019)
considera que: Se plantea la gestión como acción participativa y activa de agentes y
actores involucrados en la producción social del espacio en un territorio, para la
materialización empírica o científica de planes, programas, proyectos, y la ejecución de
ellos, como parte de la producción social del hábitat; como práctica social para
materializar la práctica espacial y sus morfologías. La gestión como proceso colectivo
antes que individual y segregativo (p.1). [Como lo hace notar el autor, la gestión debe
plantearse como acción participativa de todos los actores o habitantes de un territorio, los
agentes y los entes correspondientes para que entre todos se logre la planificación o
producción del espacio social donde todos habitaran, priorizando lo colectivo antes que
lo individual].
Para finalizar, es conveniente mencionar herramientas que son de gran ayuda para la
planificación urbana, tales como los Sistemas de Información Geográfica (SIG) los cuales
nos permiten identificar los hechos, actividades o fenómenos que nos interesa conocer
dentro del proceso de planificación, ¿Dónde ocurren?, ¿Quién los realiza?, ¿Qué tan
frecuente?, ¿Cuáles son las zonas afectadas? O ¿Cuánta población es vulnerable?.
Conforman una herramienta basada en el poder de análisis de la información que tienen
las computadoras, la evolución de las herramientas para generar datos y ubicarlos en el
espacio por medio de la dirección o las coordenadas y están compuestos por cinco
elementos que son: Usuarios, Datos, Programas, Equipos de computación y
procedimientos o métodos de análisis (Navarro, 2021).
De la misma manera, el catastro comunal es definido por Lizarzabal (2021) como: Una
entidad de dominio público y de carácter comunal que permite la vinculación del espacio
geográfico y sus elementos con la sociedad que lo habita, garantizando la justicia social
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mediante la planificación, seguimiento y control de las actividades relacionadas al
inventario, clasificación y actualización de los datos básicos territoriales (p.5). Este
constituye una herramienta de mucha importancia actualmente para desarrollar procesos
de planificación de territorios. Comprende cinco aspectos básicos: Físico, Jurídico,
Valorativo, Social y Ecológico y se clasifica según su enfoque territorial, según su enfoque
ecosocialista y según su finalidad.
CONCLUSIONES
En consecuencia, el enfoque sistémico en el desarrollo del hábitat ecosocialista se
encuentra determinado por el espacio sobre el cual está constituido, a partir de allí al ser
un espacio rural, por ejemplo, las tipologías constructivas usadas son diferentes a las
usadas en espacios netamente urbanizados, donde habrá que tomar en cuenta las
economías (primaria, secundaria, terciaria), los medios de producción existentes y las
nuevas formas de desarrollar economías más rentables de acuerdo a las necesidades
propias de cada sector. En este tipo de espacios se debe buscar la utilización de
materiales de la zona, o en general nacionales que nos permitan impulsar la economía
nacional, y la vez la no dependencia extranjera, enfocados en crear un hábitat
ecosocialista, de la mano con la naturaleza a través de una simbiosis entre todos los
elementos de la vida en el planeta y para lograr la conservación del mismo; apoyados a
su vez en todo el marco legal vigente, en donde los planificadores, profesionales y
técnicos, realicen sus labores dentro de la comunidad, para lograr espacios adaptables y
congruentes totalmente con la realidad del sector. Esto solo es posible aumentando los
niveles de conciencia y participación ciudadana, e impulsando la gestión, cogestión y
autogestión entre el Estado y la comunidad organizada para consolidad proyectos que
satisfagan las necesidades de las comunidades.
El Art. 6 “De las escalas, actores y competencias en el proceso de planificación”,
establece que el Sistema de Planes del Plan de la Patria tendrá diversas escalas,
asumiendo como principios la visión sistémica, unidad dentro de la diversidad y categoría
de totalidad: 1. La escala Local partiendo de la Comuna como unidad base, seguida del
sector urbano y la ciudad; 2. La escala Subregional; 3. La Regional; 4. El País como
unidad sistémica. Partiendo de esto, se debe iniciar con la planificación de los hábitats
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desde las comunas, apoyándose en elementos como los Sistemas de Información
Geográfica y el Catastro Comunal, para lograr objetivos comunes, dentro de lo cual es
importante acotar que no son objetivos a cumplir a corto plazo, pues el modelo productivo
enmarcado en el socialismo del siglo XXI se encuentra en pleno apogeo, pero sin duda
alguna es una utopía alcanzable si se dan pasos firmes, múltiples y centrados en las
verdaderas realidades del país.
Actualmente están en curso diferentes discusiones de proyectos de leyes en el área
de planificación social y territorial, que en conjunto van preparando el camino para lo que
se quiere construir, este es un gran paso para avanzar en el que todos los profesionales
en el especial los del área antes nombrada estamos llamados a participar y prestar
nuestros conocimientos, para lograr la construcción de un Estado Comunal donde los
procesos de planificación y ejecución del poder se den desde abajo hacia arriba, y donde
todos los venezolanos puedan participar.
REFERENCIAS
Del Búfalo, A. (2020). La base social del hábitat. La economía política. Documento
mimeografiado de presentación. Fundación Escuela Venezolana de
Planificación.
Caracas.
Ley Plan de la Patria 2019-2025 de Venezuela. (2019). Observatorio Regional de
Planificación para el desarrollo. Recuperado de:
https://observatorioplaniicación.cepal.org/es/planes/plan-de-la-patria-2019-
2025-deVenezuela
Lizarzabal, D. (2021). Catastro Comunal como Herramienta de Planificación.
Documento
mimeografiado de presentación. Fundación Escuela Venezolana
de Planificación.
Caracas.
Maggi, G. (s/f). Tecnologías constructivas para edificaciones. Documento
mimeografiado
de presentación. Fundación Escuela Venezolana de
Planificación. Caracas.
Maggi, G. y Angarita, C. (s/f). Sobre la organización del proceso de trabajo de las
obras
de construcción. Ensayo mimeografiado.
Navarro, V. (2021). Sistemas de información geográfica como herramienta para la
planificación urbana y rural. Documento mimeografiado de presentación.
Fundación
Escuela Venezolana de Planificación. Caracas.
Quiroz, E. (2021). Ecosocialismo: Un nuevo enfoque para Planificar el Hábitat y la
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Ensayo mimeografiado. Fundación Escuela Venezolana de
Planificación. Caracas.
Rauseo, N. (2020). Planificación y Gestión para un Nuevo Hábitat. Documento
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Rauseo, N. (4 de abril de 2019). Planificación y Gestión para un Nuevo Hábitat.
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Rauseo Díaz [Mensaje en un blog]. Recuperado de
https://territorioyplanificacion.blogspot.com/2019/04/planificacion-y-gestion-
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Rauseo, N. (2020). Planificación, Economía y Escala en el Desarrollo del Hábitat.
Desde
el modelo de modernización del siglo XX, hacia una transición para un
nuevo modelo.
Documento mimeografiado de presentación. Fundación
Escuela Venezolana de
Planificación. Caracas.
Rauseo, N. (s/f). Planificación, economía y escala en el desarrollo del hábitat
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Ensayo mimeografiado. Universidad Central de Venezuela.
Rodríguez, N. (2 de julio de 2019). Relación de la arquitectura con la naturaleza.
Hacer
fotosíntesis [Mensaje en un blog]. Recuperado de
https://territorioyplanificacion.blogspot.com/2019/07/relacion-de-la-
arquitectura-conla.html?m=1
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