LA ORGANIZACIÓN POPULAR EN LA TRANSFORMACIÓN DE LA CIUDAD | José Rafael Núñez
por José Rafael Núñez
De la invisibilización de los barrios a la regularización de la tenencia de
la tierra
El vertiginoso proceso de urbanización sufrido
el siglo pasado en Latinoamérica trajo consigo la segregación urbana asociada a
la pobreza y la desigualdad que se manifiesta con condiciones precarias de
hábitat y vivienda para gran parte de la población. A partir de las
críticas y lineamientos surgidos en Hábitat I (1976)[1], las políticas
gubernamentales latinoamericanas hacia los barrios autoproducidos han variado
desde el planteamiento de su erradicación hasta el reconocimiento de la
necesidad de su regularización y mejoramiento con la participación de las
comunidades.[2]
En el caso venezolano, la conformación
del hábitat popular urbano ha sido un proceso forzoso de autoconstrucción de
viviendas sin apoyo financiero ni técnico, resultando comunidades con
dificultades de habitabilidad, deficiencias de servicios y situación de riesgo,
pero donde se conservan relaciones de convivencia solidaria. Estos barrios, a
pesar de llegar a habitar en ellos al menos la mitad de la población, fueron
siempre invisibilizados a tal punto que en la cartografía oficial aparecían las
áreas que ocupan como zonas verdes, quedando fuera del ordenamiento de la ciudad. Sin embargo, se
llegaron a implementar en ellos acciones
institucionales de carácter paliativo mediante la contratación de empresas
privadas, así como programas de mejoramiento de poco impacto reducidos a la rehabilitación
física.
Nuestros barrios son producto de la
segregación urbana como expresión física de la exclusión social que vivió el
país durante los gobiernos neoliberales de la IV República, pero son a su vez
una manifestación de resistencia cultural como producción social de la ciudad. Es
la población de los barrios la protagonista del “Caracazo”, ocurrido el 27 de
febrero de 1989, como explosión social contra el paquete de medidas
neoliberales impuestas por la banca mundial que tuvo como respuesta
gubernamental una represión desatada a niveles de masacre. Significa el inicio
del proceso constituyente hacia la refundación de la patria, provocando la
insurrección militar liderada por el comandante Chávez el 4 de febrero de 1989
que cambia la correlación de fuerzas en el país.
Fueron también los habitantes de los
barrios quienes bajaron de los cerros el 13 de abril del 2002, defendiendo la
revolución bolivariana y exigiendo la liberación del presidente Chávez, quien
se encontraba secuestrado mediante el golpe de estado de la oligarquía. Ese
mismo año 2002, se promulgó el decreto presidencial que dio inicio al
proceso de reconocimiento y regularización de la tenencia de la tierra en estos
asentamientos, con el cual se conforman los Comités de Tierra Urbana (CTU) como
organizaciones comunitarias que han asumido el inventario físico de la
comunidad con la realización del catastro popular, además de la discusión y
elaboración de la carta del barrio como rescate de la identidad y el compromiso
de convivencia.
La regularización de la tenencia de la
tierra urbana se concibe de manera integral, buscando incorporar los barrios a
la ciudad sin perder su especificidad, en la perspectiva del desarrollo de
planes urbanos para su mejoramiento, así como previendo medidas que eviten su
absorción por la especulación inmobiliaria. Se diferencia así de la visión
neoliberal de ingresar a los pobres al mercado inmobiliario, lo cual constituye
una amenaza de desalojo indirecto por la vía de la compraventa.[3]
De la regularización de la tenencia de la tierra a la transformación
integral
La regularización de la
tenencia de la tierra urbana ha constituido un proceso que activa la
organización comunitaria para la planificación participativa en el mejoramiento
integral de los barrios en cogestión con el Estado. Este proceso ha
contado con el protagonismo popular de los CTU, quienes a pesar de tener como
origen un decreto que obligaba a su conformación, se legitiman
siendo elegidos en asambleas de su comunidad y se desempeñan con
autonomía recogiendo las luchas urbanas populares que se iniciaron en los años
80 frente a las políticas neoliberales del momento.[4]
Alcanzan a integrar una red de organizaciones de base de los barrios en
distintas escalas de articulación parroquial, municipal, regional y nacional. Desde sus debates, los CTU plantean la
necesidad de transformación integral de los asentamientos populares mediante la
participación protagónica de las comunidades en la planificación y construcción
de su hábitat.[5] Así,
llegan a integrarse con otras organizaciones en el Movimiento de Pobladores
como plataforma de lucha popular por el derecho a la ciudad y la revolución
urbana[6],
logrando en el 2011 presentar propuestas de leyes ante la Asamblea Nacional que
fueron aprobadas, como son la Ley Especial de Regularización Integral de la Tenencia de
la Tierra de los Asentamientos Urbanos Populares[7], la Ley para la Regularización
y Control de los Arrendamientos de Vivienda[8] y la Ley Especial para la
Dignificación de las Trabajadoras y los Trabajadores Residenciales[9]. Actualmente, introdujeron
en la Asamblea Nacional la propuesta de Ley Autogestionaria del Hábitat Popular.
Esta experiencia de organización de los barrios y del movimiento popular con
participación en políticas públicas indica la construcción de un sujeto de
transformación urbana.
BIBLIOGRAFÍA
·
Antillano,
Andrés (2005). La Lucha por el Reconocimiento y la Inclusión en los Barrios
Populares: la Experiencia de los Comités de Tierras Urbanas. Revista
Venezolana de Economía y Ciencias Sociales. Vol.11, nº 3, pp. 205- 218.
Disponible en: https://www.civilisac.org/civilis/wp-content/uploads/comitesde%20tierra-urbana-antillano-2005-1.pdf
·
Clichevsky, Nora. (2000). Informalidad y Segregación
Urbana en América Latina. Una Aproximación. Santiago de Chile. CEPAL. Disponible
en: https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/5712/S00100859_es.pdf?sequence=1&isAllowed=y
·
Fernández,
Beatriz (2012). Territorialidad, sujetos populares y nuevas resistencias A
propósito de los Comités de Tierras Urbanas venezolanos. Cuadernos del
CENDES / UCV. Año 29, N° 81, tercera época, septiembre-diciembre 2012.
Disponible en: https://www.redalyc.org/pdf/403/40326162004.pdf
·
Movimiento
de Pobladores (2015). Informe Popular del Movimiento de Pobladores y
Pobladoras de Venezuela al Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales
de las Naciones Unidas sobre la cuestión del Derecho a la Vivienda y la Ciudad
en el país. Examen del Estado de la República Bolivariana de Venezuela sobre el
cumplimiento del Pacto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales. Mayo
2015. Disponible en: https://docplayer.es/17052682-Examen-del-estado-de-la-republica-bolivariana-de-venezuela-sobre-el-cumplimiento-del-pacto-de-derechos-economicos-sociales-y-culturales.html
[1] Primera Conferencia de la ONU sobre
Asentamientos Humanos, Vancouver, 1976.
[2] Clichevsky,
Nora (2000). Pág.14.
[3] Antillano, Andrés (2005). Págs.210 y 213.
[4] Idem. Págs. 207-208.
[5]
Fernández, Beatriz (2012). Pág.70.
[6] Movimiento de pobladores (2015).
[7] Gaceta Oficial Nº 39.668 (2011).
[8]
Gaceta Oficial Nº 6.053 (2011).
[9]
Gaceta Oficial Nº 39.667 (2011)
Willmer Chang
ResponderEliminarDe: Willmer Chang (Doctorante de la UBV, en el PNF en Ciencias para el Desarrollo Estratégico, Eje Geopolítico José Félix Ribas)
Es un honor dirigirme a usted en la oportunidad de solicitar sus buenos oficios, en atención a realizar la aplicación en modalidad digital, a distancia o virtual de algunos instrumentos para la tesis doctoral intitulada Modelo teórico de planificación pública desde el enfoque Geohistórico, para concretar la Nueva Geometría del Poder en la República Bolivariana de Venezuela.
Cabe descartar que, dicha tesis doctoral se vincula con las actividades que se realizan en la EVP, siendo de interés vital para el investigador la posible aplicación de entrevistas en profundidad, a 3 miembros de dicha institución que puedan aportar nociones, conceptos, categorías y sub categorías en el contexto de la planificación pública.
De igual modo, el investigador plantea la posibilidad de aplicar una encuesta de tipo dicotómica a alguna sección de participantes en la maestría que la EVP imparte.
Es preciso señalar que estoy desarrollando la investigación en el Eje Geopolítico José Félix Ribas, en el estado Aragua. Razón por la cual, me limita el traslado a sus instalaciones en la ciudad de Caracas.
La razón de la presente misiva es considerar la posibilidad de distribuir dichos instrumentos a las personas que considere que puedan colaborar y dar sus aportes, o en su defecto, facilitar los correos para realizar los contactos respectivos.
Los instrumentos, serían enviados por éste medio, y esperando recibir del mismo modo la retroalimentación de manera digital o virtual, por las razones de distancia y limitaciones anteriormente descritas.
En tal sentido, espero sus sabias y muy pertinentes indicaciones, a los efectos de coordinar lo propio. De ser necesario, podría enviar otra información, en atención a facilitar su extraordinaria ayuda.
Mucho sabría agradecer su ayuda y colaboración, para terminar felizmente el esfuerzo investigativo de 4 años. Esperando la posibilidad de una respuesta positiva, y deseando se encuentre en bienestar, quedo de usted y siempre a la orden en Maracay:
MSc Willmer Chang
Universidad Militar Bolivariana de Venezuela
Academia Técnica Militar de Comunicaciones y Electrónica
willmerchang@gmail.com
04142953914
04267484264