La importancia de los movimientos sociales en el actual momento político de la Revolución Bolivariana | Rigel Sergent

foto: YVKE Mundial
 

por  Rigel Sergent
Militante del PSUV y diputado a la Asamblea Nacional por el Circuito 3 de Caracas.

Este artículo fue tomado de la página web rigelsergenthome.wordpress.com del 07Jun2023.



El sujeto histórico de nuestra Revolución

El Comandante Chávez nos llamó a construir el Socialismo del Siglo XXI, fundamentado en lo teórico/práctico en las tres raíces de Rodríguez, Zamora y Bolívar, recogiendo a su vez los aportes de las revoluciones mundiales históricas, entre las más emblemáticas la Revolución Soviética de Lenin y la China de Mao Tse-Tung que lograron poner en práctica las teorías del socialismo científico, y las de la Patria Grande como la Revolución Cubana de Fidel, La Sandinista de Nicaragua, la Chilena de Allende, el internacionalismo del Ché, entre otras, estas últimas bajo la premisa de la creación heroica. Ese llamado de un Socialismo del Siglo XXI trae consigo también un cuestionamiento de las formas organizativas que las revoluciones se dieron en el siglo XX, en particular sobre el funcionamiento de los partidos de izquierda y las organizaciones sindicales de la clase trabajadora organizada en los centros de trabajo. Chávez no negó esas formas organizativas, pero si le suma un factor muy propio de nuestra Revolución: redefine el sujeto histórico para hacer la revolución con los excluidos de siempre, que sigue siendo la clase trabajadora, las y los explotados, pero que se encuentran fundamentalmente concentrados en el campo, en la ciudad marginada (los barrios), los pescadores, y que también se pueden visibilizar en sectores sociales excluidos de derechos, donde resaltó siempre a las mujeres ( que no son un sector), en especial a las trabajadoras en el hogar. De allí que la característica fundamental y estratégica de la Revolución Bolivariana (Socialismo del Siglo XXI) es la organización en el territorio a través de la Comuna para ejercer el autogobierno y la democracia participativa y protagónica.

Por otra parte, Chávez llamó a todos y todas a hacer la Revolución sin exclusión: al trabajador obrero pero también al intelectual, al estudiante y al profesor, a la mujer y al hombre, a la madre y al hijo, a la juventud y al adulto mayor, al que tiene cualquier creencia religiosa y al ateo, al del barrio y el de la “clase media”, hasta al empresario nacionalista, el que cree en el partido político al que no, a todo aquel que quería una transformación real y profunda; todo ello entendiendo esa diversidad de nuestro pueblo y garantizando la más basta amplitud de la sociedad abonando la construcción de un gran bloque del pueblo  unido en la diversidad .

Los Movimientos Sociales y el Partido

Los partidos de izquierdas son históricamente un instrumento para y no un fin último, eso lo tenemos que tener presente también en la actualidad, es decir, son instancias organizativas del pueblo para hacer la revolución, para concientizar a las masas, para llegar y sostener el poder político, para transformar el Estado,  pero no son el fin transformador, no son el nuevo Estado que nos planteamos en nuestra Revolución. Podemos decir en este sentido que el PSUV es un instrumento para hacer la Revolución y transformar el Estado, y la Comuna es el qué, es la concreción del Poder Popular (nuevo Estado) y es nuestro horizonte.

En la Patria Grande a finales de los 80 y en los 90, cuando nos querían imponer el neoliberalismo, emergieron actores sociales colectivos y sus luchas con contenidos puntuales y con cuestionamiento al poder, demostraron ese nuevo sujeto político diverso y generador de consciencia de clase más allá del organizado en las fábricas, y demostraron también ser un espacio de organización del pueblo capaz de dar la lucha reivindicativo y política a la vez.

En tal sentido, los movimientos sociales, en la actual coyuntura de nuestra Revolución nos permiten identificar una diversidad de sujetos sociales y de luchas concretas. El Partido ha logrado reconocer esta realidad y ha venido sumando diversas experiencias de articulación y encuentro, la más reciente el Congreso de la Nueva Época, por ello es fundamental no caer en la diatriba de Movimientos Sociales vs Partido, sino entenderse como complementos, bienvenido el que milite desde el Partido, bienvenido quien milite desde el Movimiento Social, y mucho más importante quien desde el Partido incentive la lucha y organización social y quien desde el movimiento social suma a la militancia política partidista.

Actualmente está más que demostrado que la gran mayoría de los movimientos sociales desarrollan integralmente lo reivindicativo y lo político, pero no se ha superado en términos generales la fragmentación, por ello es fundamental los espacios de articulación cada vez más orgánicos de construcción de ese sujeto diverso y amplio de la Revolución Bolivariana y Chavista, esa debería ser una de las tareas del Partido, ahora bien, ¿cómo debe hacerlo?, ¿imponiendo a través de una orden de operaciones?, ¿imponiendo líderes del Partido en el movimiento? pues desde nuestro punto de vista esa ha sido  la manera clásica de los partidos de izquierda y lo que logra es alejar a los movimientos sociales de la participación partidista, por ello los movimientos han construido su programa político de lucha con autonomía de acción y de organización (por cierto  esta autonomía también es cuestionada desde el Partido y también es un error). El Partido debe ser un impulsor de la lucha social, pero no imponiendo ni colocando al movimiento social bajo niveles de subordinación del Partido ni mucho menos hacia las instituciones del Estado, que sigue siendo burgués; debe levantar sus banderas de lucha, ser un enlace para lograr desarrollar sus reivindicaciones en el Gobierno, pero sobre todo lograr esa unidad del sujeto político y conducción política de nuestra Revolución; no se trata de idealizar los movimientos sociales, que en su seno en muchos casos también reproducen los elementos negativos presentes en los partidos tradicionales cuando no se desarrollan formas propias organizativas, como la imposición  de las decisiones de unos pocos sobre las mayorías, sino de reconocer el aporte que dan en la lucha cotidiana por hacer revolución .

Por último, en el actual momento político, la derecha ha logrado despolitizar a sectores del pueblo y lo ha llevado a resolver de forma individual su cotidianidad. Los movimientos sociales logran a través de la defensa de derechos y necesidades concretas repolitizar, sumar a sectores de nuestro pueblo que por una u otra razón no se animan a sumarse de una vez a militar en nuestro Partido, pero que sí se pueden sumar a militar y acompañar la lucha social desde el campo popular y desde allí hacer la Revolución.

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rigelsergent

Chavista, militante y creyente del Poder Popular. Vocero del Movimiento de Inquilinas e Inquilinos y militante del Movimiento de Pobladores de Venezuela. Militante del PSUV y diputado a la Asamblea Nacional por el Circuito 3 de Caracas.


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